No todo el mundo puede presumir de haber salido en el Telediario. Desde el pasado jueves, el Club Atriles pertenece a este ¿¿selecto?? grupo.
Las pruebas pueden encontrarse pinchando en este enlace para el telediario completo (a partir del minuto 34:45), o en este otro para una versión más reducida (a partir del minuto 2:20). Si supiéramos editar películas hubiéramos hecho el recorte ;-).
Nuestra presencia se incluye en una pieza de unos tres minutos de duración sobre The App Fest, una convención sobre la creación de aplicaciones para dispositivos móviles inteligentes que está teniendo lugar estos días en Madrid. Nuestra aparición en este reportaje es más bien testimonial, pero, aún así, la pregunta que subyace y que os está corroyendo (premio para quién conjugue del tirón los subjuntivos del verbo corroer) por dentro es obvia: ¿Qué pinta el Atriles en un reportaje sobre lo last de lo last?
Todo empezó el día anterior, con una llamada de Santi Rosales, informándonos de que hay una periodista de RTVE desesperada por contactar con nosotros, porque ha pensado en entrevistar a Maximo Cavazzani, creador de la App de moda en el mercado español, en un entorno relacionado con el Scrabble. Y nada mejor que el Hostal Persal, sede de juego del Club Atriles, y sus jugadores, para ello.
Probablemente el nombre de Maximo Cavazzani no os diga gran cosa. Si añadimos que es el CEO de la empresa Etermax, tampoco aclararemos nada. Pero si decimos que es el creador y responsable de Apalabrados, la cosa seguro que cambia. Y es que Apalabrados se está expandiendo en los smartphones españoles a una velocidad vertiginosa. Dispone ya de 2.500.000 usuarios en todo el mundo, creciendo a un ritmo de unos 50.000 usuarios diarios. Y todo ello con un juego con claras similitudes con nuestro querido Scrabble. ¿Alguien hubiera imaginado esas cifras? Seguro que en Mattel hay más de uno tirándose de los pelos, porque quién da primero, da dos veces.
Retomando el relato, en dos horas fuimos capaces de coordinarnos con el Hostal Persal, el equipo periodístico y unos cuantos atrileros (pocos, para qué engañarnos) para poder llevar a cabo la entrevista.
Así que, antes y durante la entrevista, echamos alguna que otra partida, sirviendo como telón de fondo a las palabras de Maximo. Aunque jugando, teníamos las orejas bien abiertas a lo que se comentaba en la otra punta de la cafetería. Como tantas otras cosas, Apalabrados nació como un divertimento que poco a poco fue convirtiéndose en algo más serio, hasta conseguir su comercialización y posterior éxito. Todo esto en una empresa cuyo objeto hasta hace bien poco era la creación de aplicaciones financieras para dispositivos móviles (diseñaron la primera aplicación para operar en mercados de bolsa).
El proceso de creación duró 3 meses, y el éxito conseguido ha desbordado todas las previsiones. No se conocen exáctamente los motivos de tal éxito, pero si apuntamos que se puede jugar en cualquier lugar y en cualquier momento, que se excita la competitividad entre los jugadores, que se pueden mantener multitud de partidas abiertas, y, sobre todo, su gratuidad, no estaremos muy equivocados.
Óbviamente, presenta grandes diferencias con el Scrabble (la distribución de casillas con premio en el tablero es diferente, no existen los dígrafos,...), y, como todas las modas, corre el riesgo de ser olvidada tan rápidamente como apareció. Pero, quien sabe, tal vez pueda ser una puerta de entrada a nuevos jugadores en nuestro juego de toda la vida, que se estrenan con esta aplicación en los juegos de palabras, les gusta el concepto, y deciden ver qué les puede ofrecer la versión presencial.
Por soñar, que no quede.
viernes, 20 de abril de 2012
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